Las vacaciones si que son para relajarnos, pero no por ende olvidar dar un empujón más en la lengua meta. Aquí un par de ideas para hacer uso de la lengua minoritaria o la lengua meta, dandole espacio a la imaginación y experimentar con otros planes en el uso de la lengua. Les aseguro que nos resultará divertido, dinámico y sereno para generar mayor exposición.
Actividades en vacaciones para el uso de la lengua minoritaria
Activando una lengua pasiva en vacaciones.
Seguimos en vacaciones o estamos próximos a partir, te comparto 5 actividades comunes en vacaciones que podemos aprovechar para brindar exposición de calidad a los niños en la lengua meta.
1. Un nuevo pasatiempo
Un nuevo hobby, en un nuevo entorno se nos presenta la oportunidad de aprender cosas nuevas, de descubrir nuevas pasiones y desarrollar una nueva habilidad, que se vuelve de gran interés. Por tanto un buen momento para el uso de la lengua meta. Tal vez un curso de equitación, una clase de surf o visitas a museos de arte.
2. Ubicación
Con un mapa en la mano tendremos mucha oferta de vocabulario y en especial de modelar el uso de frases útiles para la vida; Los mapas (hablo de los de papel), te dicen lo que hay alrededor, podamos señalar, marcar, reconocer un edificio, identificar un río, y después meterlo al bolsillo y volver a usar. El momento perfecto para el uso de vocabulario funcional.
3. Comunicación no verbal
Cuantos gestos diferentes se hacen en otro país. El momento de tomarnos 15 minutos para observar a las personas y sus expresiones no verbales. Incluso para hablar de ¿cuáles haces tú, cuáles hace papá o recuerdas que el abuelo siempre hace así?.
Observar los gestos, las miradas y los movimientos corporales de los demás, sentados en una plaza o en un parque. Momentos de curiosidad y de reflexión cuando lo comparamos con nuestras acciones.
4. Comida
Comer, saborear alimentos y encontrar similitudes con los de nuestra tierra. La comida da mucho para hablar, o ¿será que es por que mi familia es italiana?.
Incluso ir más allá del momento del restaurante, en una plaza de mercado lograremos nuevo vocabulario y una exposición más cercana a la cultura.
5. Caminatas y espera largas en fila
Mientras caminamos o esperamos en una fila, puede ser senderismo o incluso por los andenes de una gran capital. ¿que podemos hacer? Juegos de palabras (conciencia fonológica), trabalenguas, adivinanzas, cantar o el veo veo puede ser usado mientras disfrutamos el destino.
Si todavía no has leído las “cinco ventajas de las vacaciones para activar una lengua pasiva”, puedes leerlo completo aquí.
Con cariño y hasta la próxima,
Laura Gutiérrez