Abuelos a distancia

Sus abuelos están lejos, tan lejos, especialmente mis padres (mamá), la distancia es tan grande  que pasan a años sin verse, al día de hoy Lucía no vea al abuelo Alvaro desde hace 2 años y medio y Aurora ni lo conoce, has nacido tan lejos de ese calor de hogar Aurora. Siento que esta distancia afecta el vinculo entre estas dos generaciones, y siento que la responsabilidad de mantener esos lazos por siempre unidos es nuestra de papá y mamá. Y trabajaré más por ello.

En el último año he sido más consciente de todo lo que se pierden hijas al no tener presentes a sus abuelos, esos cuatro abuelos que ustedes tienen el privilegio de tener son los portadores de la historia, la cultura, las tradiciones y costumbres familiares y del país de origen. Son un apoyo firme para el desarrollo personal y emocional de nosotros como padres. Y están todos 4 tan lejos.

Fui muy feliz este mayo y junio 2017, hace 4 años mi mamá, su abuela materna, la suegra colombiana, no venia a visitarnos, la ultima vez fue en octubre-noviembre de 2013, Aurora no existía y Lucía eras tan pequeña, tan solo 10 meses, este año la abuela volvió, estuvo aquí, con nosotros de visita en Berlin, la acogimos como una más, no saben hijas cuanto me dolió en el corazón verla partir, estoy acostumbrada a que sea al contrario que ella me vea partir a mi, pero toco al revés, y al revés es más fuerte.  Ustedes estuvieron tan felices, también más caprichosas claro! Pero todo valía la pena. Además saboreamos el hogao, la arepa, los pandebonos, los frijoles, el patacón, las tajadas, el bocadillo y el jugo de lulo, más que felicidad.

Son pocas las oportunidades que se tienen de compartir días con las dos abuelas, y sucedió la nona Pierina y la abuela Martha estuvieron aquí, no un día, fue una semana de abuelos, faltaba solo el abuelo Alvaro, que por motivos varios no logró venir, pero no saben cuanto espera por ustedes en Colombia. Y también nos espera el cholado, el sancocho, la granadilla, el coco, el tomate de árbol, el buñuelo y la empanada.  A claro y las tías.

Así que aunque ya hagamos un buen trabajo con esto de la comunicación a distancia, y por todos los medios nos mandemos mensajes y nos veamos las caras, de ahora en adelante debe ser una misión diaria y permanente.  De este modo cuando llegue el día de verse en persona nuevamente, no se sentirán como extraños, y disfrutarán con intensidad y armonía el tiempo que pasen juntos y los recuerdos que atesoren les servirán de reserva por mucho más tiempo, hasta volver a encontrarse.

Porque estar a muchos kilómetros de distancia, no significa que el vinculo deba debilitarse.

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