Primeras preguntas: ser mamá de niños bilingües.
Por estas semanas iniciaré a compartirles algunas de las tantas preguntas que me empezaron hacer desde hace ocho años con el nacimiento de mi primera hija, y hasta el momento ya con tres hijos se repiten algunas. Con estos años de experiencia y de recibir, y por supuesto pensar para dar respuesta a todas esas preguntas me di cuenta de lo importante que es y lo difícil que puede llegar a ser criar entre idiomas.
La primera pregunta que me hicieron con frecuencia fue ¿cómo harás para que no se confundan?
Cuando nació mi primera hija en sus primeros dos años de vida, no le dimos importancia a la situación lingüística de nuestra familia, teníamos tanto en que pensar que en nuestro caso fluyo sin presión y sin preocupación. Notaba a familiares y amigos más preocupados por la confusión de mi hija mayor expuesta a tres idiomas (mejor en sus primero dos años estuvo expuesta a cuatro idiomas) que nosotros los padres.
La confusión a decir verdad nunca llego, si hay un periodo en el que hay una continua mezcla de lenguas, pero el tiempo y la constancia de nosotros como padres y de nuestro entorno permitió también una buena salida a ese periodo sensible.
Ahora como profesional en el campo te digo, no tengas miedo, si hay periodos sensibles; los cuales debemos afrontar, y para no permitir que se presente una larga confusión entre códigos, es importante tener una estrategia lingüística familiar, constancia, dedicación, mucha paciencia y demasiado amor.
Otra de las preguntas constantes ya viviendo en Alemania fue por parte de otras madres que notaban que yo hablaba siempre a mi hija en español.
¿Cómo te limitas solo a hablar un idioma con tus hijos?
Para esta pregunta debo admitir que al principio, probablemente no sentía que los otros dos idiomas que dominaba en ese momento (inglés, italiano) le hicieran competencia al español. Lo que quiero decir, no me sentía tan cómoda, ni preparada a expresar cariño y emociones profundas en ninguno de esos otros dos idiomas, aunque ya me comunicaba desde hace un par de años con mi pareja en italiano.
Creo que esa fue la razón de peso que dio paso a la naturalidad en la elección de el español como lengua entre mi hija mayor y yo. No tuve que hacer mayores esfuerzos para mantenerme en un solo idioma y hasta el día de hoy, ocho años después ya dominando a muy buen nivel el italiano, el alemán y el inglés, todavía no le quitan el espacio al español para expresarme con mis hijos. Si me escuchan hablar los otros tres idiomas, por ejemplo en casa, en presencia de mi pareja, hablamos italiano, pero los momentos de apego y emoción que vivo íntimamente con mis hijos son en español. Es la única manera natural de comunicarnos.
Hoy como asesora te respondo, no tienes por que limitarte a una lengua, lo que si debes hacer es darle estructura al uso de las lenguas, organizarlas y crear tu propia estrategia familiar para el uso de las lenguas.
Otras de las preocupaciones frecuentes de las personas es:
¿Y las personas que están a tu alredor que no hablan español, se sienten excluidas?
He llegado a escuchar a las personas preguntarse si no estoy siendo grosera con los que no entienden el idioma. Con sinceridad, nunca he sentido que alguien se sintiera excluido o insultado por no entender el idioma que hablo con mis hijos. Yo he siempre hablado en español con ellos, sin importar que de frente estuviera mi suegra italiana, la maestra alemana, hasta enfrente de la policía he hablado en español (una buena anécdota una día que perdí a una de mis hijas). Ellos no entendían nada de español.
Lo que si recomiendo es explicar a todos los miembros de la familia y amigos cercanos lo importante que es para nosotros criar niños bilingües, y mantener vivo nuestra lengua materna. Verán como se da un cambio si estaba presentando alguna disgusto, seguramente se esforzarán por aprender un poco el otro idioma, o cordialmente puedes preguntar tú, si a ellos les interesa que les traduzcas lo que has hablado con tus hijos.
Con las visitas de los amigos de mis hijos en casa, es común que hable en los idiomas respectivos el italiano o el alemán, antes de repetirlo con mayores detalles a mis hijos en español.
En los próximos post estaré compartiendo más preguntas comunes que he recibido en ocho años de crianza bilingüe.
Si sigues interesado en el tema puedes continuar con la segunda ronda ya disponible.