¿Qué podemos hacer para reforzar el desarrollo emocional y social, así como la capacidad de empatía de los niños?

 

Es una pregunta, para la cual considero muy importante tener respuesta como padres en general y especialmente si estas en una crianza multilingüe que ademas es complementada a diaria con una experiencia multicultural.

Para el desarrollo emocional y social del niño, es especialmente importante hablar de los sentimientos, no solo de los propios, si no tambien de los ajenos. ¿Cómo se siente mi vecino cuando se le pierde su paquete en el edificio?, ¿cómo se siente mi amigo cuando no le quiero prestar mi juguete?, ¿Cómo me siento yo cuando alguien me grita?.

Así lo indica un estudio de la Universidad Estatal de Michigan de 2015 publicado en el Journal of Developmental and Behavioral Pediatrics. Se pidió a 89 niños pequeños de familias en situación de riesgo social que miraran cada día un libro específico que trataba sobre diferentes situaciones y sentimientos. En los resultados se observo la fuerza y la importancia de la construcción del  “puente emocional”. Es decir, los padres nombraron y describieron sentimientos, y además contaron al niño situaciones similares que habían vivido, anécdotas. 

Todo ello llevó a que, al cabo de siete meses, estos niños pequeños, en los que se había producido un aumento del “puente emocional”, mostrarán un número significativamente menor de problemas de conducta, reflejando lo que se había trasmitido por parte del adulto a partir de libros y situaciones cotidianas.   

Podrías decir que es solo un pequeño estudio, y estoy de acuerdo. Pero lo cierto es que el cerebro de los pequeños esta en formación; la parte superior del cerebro, que nos permite sentir empatía, entendernos a nosotros mismos, tomar decisiones y usar la razón, todavía no esta del todo desarrollada, y se tardará muchos años, lo que quiere decir que no esta preparada para comprender en automático todas las emociones que sentimos y las acciones de nuestro cerebro inferior, y es aquí donde la guía de nosotros como padres y educadores juega un rol importante. 

¿Cuándo y cómo podemos hablar con los niños sobre las emociones?

 

Todos los días encontrarás oportunidades para hablar de emociones, solo necesitamos un poco de tiempo, al inicio nos costará trabajo, más adelante lo realizaremos de manera más dinámica. 

Las emociones las podemos observar, nombrar, describir, permitir e ilustrar, las propias y las de los demás.

En el parque de juegos, en la casa, en el supermercado, en cualquier situación de la vida diaria, los niños son muy atentos a estos momentos, basta que los observemos bien, y nos daremos cuenta que dirigen su atención a momentos emotivos de las personas que nos rodean.

Te presento a continuación dos ejemplos, y el porque es tan valioso hacerlo, para desarrollar la empatía, comprensión hacia nuestra emociones y compresión hacia las emociones de los demás. 

Sobre sus propios sentimientos:

 

Podemos hablar con los niños sobre sus diferentes sentimientos en la cotidianidad,  describirlos e intentar llamarlos por su “nombre”. Esto ayuda a los niños a comprender mejor cómo se siente cada sentimiento. 

También podemos hablar de las emociones que sentimos durante el día y hacer de ese momento una rutina, por ejemplo, por la noche, antes de leer el libro, vamos a hablar de todas las experiencias emocionales de las buenas y también vamos a ayudarles a nombrar las emociones difíciles del día. Podemos usar un espejo para hacer mímica de los sentimientos, o ilustrar cada sentimiento, tenerlos de manera visual en fotos, tarjetas o en muñecos les permitirá identificarlos y normalizar ese sentimiento. 

El mayor uso de vocabulario y de nuestro entorno como seres humanos no es sobre los objetos, sino también sobre los sentimientos, sobre la narración de nuestro ser.

Sobre los sentimientos de los demás:

 

Lo que sienten los demás es muy importante para comprender que no somos los únicos con emociones fuertes, para admitir que hacen parte de todos y que son como sentir hambre o tener frío, dos cosas que todo ser humano siente. Al mismo tiempo les ayuda a ser conscientes de que todo el mundo experimenta una amplia gama de sentimientos. 

Podemos hablar de los sentimientos de los demás sentados en una banca en el parque mientras observamos, en el camino al colegio, podemos hacerlo cuando miramos o leemos un libro, cuando estamos en el supermercado, cuando estamos viendo una película. 

 

Esto muestra a los niños muchos sentimientos en diferentes situaciones, les permite darse cuenta que no hay fecha ni hora exacta para darle paso a un sentimiento, que a todos nos alegran situaciones diferentes, que a todos nos da rabia en momentos diferentes. De esta forma podemos reforzar la capacidad de empatía y las habilidades sociales de nuestros hijos y de nuestros estudiantes.

¡Me encantaría escuchar tus consejos y tus ideas para poner en practica con los pequeños!

Aquí te comparto otro articulo muy interesante de las emociones a trabajar en la crianza bilingüe.

Con cariño,

Laura

También te puede interesar

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.