Bilingüismo en la adolescencia con Aranzta Ariño Mendibil
Las siguientes familias que harán parte de la sesión COMUNIDAD de la Familia Fettuccini, nos aportarán sobre su experiencia en el bilingüismo en la edad adolescente. Empezamos con Arantza, vive en Francia en la zona de París. Tiene un hijo mayor de 14 años casi 15 y un hijo pequeño de 11 casi 12 años.
"Con mis hijos hablo español y francés. Según nos dé. Es la suerte que tenemos cuando manejamos varios idiomas. Soy una mamá muy cool y siempre he confiado en ellos."
Un poco sobre esta maravillosa madre de dos chicos creciendo entre idiomas:
- Nací en Orduña, en el País Vasco español. Tengo dos hermanos más mayores y una hermana más pequeña. Toda mi familia vive en el País Vasco español. En casa se habla español y nadie habla francés.
Mi marido es francés. Nació en Alsacia. Sus padres viven en Alsacia. Tiene una hermana más mayor que vive en Suiza. Mi marido aprendió español después de conocerme porque siempre había estudiado alemán e inglés. Su familia no habla español.
Me encantan los idiomas y he estudiado euskera (vasco), italiano, francés e inglés. He vivido en España, Italia y Francia.
Siempre daré las gracias a mi familia por todas las oportunidades que me han dado para formarme y por confiar en mí cuando siendo una cría ya hice mi primer intercambio de francés, me fui de Erasmus a Italia y de au pair a París.
Desde hace más de veinte años vivo en Francia. Vine para estudiar francés, estuve de au pair, fui de nuevo a la universidad, etc. Es cierto que una cosa llevo a la otra y me quedé en este maravilloso país. Me siento una francesa más, aunque mis raíces me tiran. -
Así termina de presentarse ella, me identifico mucho, porque al igual que en mi caso, la familia de mi esposo no habla español y mi familia no habla italiano, y por supuesto ninguna familia habla alemán. Además, con Arantza comparto otra cosa maravillosa, ser maestras de español en el extranjero, una formación que nos permite apoyar en primer lugar a nuestros hijos.
Continuamos acercándonos al tema de interés, y cuando hablamos acerca de las preocupaciones que vivimos como madres, Arantza sonríe, y asegura que nunca le ha preocupado nada. Siempre lo ha dejado fluir y hace que todo sea lo más natural posible. No es fácil, pero lo ha logrado y sin duda hoy esa tranquilidad tiene sus resultados en la crianza bilingüe.
Sin embargo, nos comparte una actividad que le ayudó a mantener activo el español como lengua minoritaria para sus hijos.
"Mi hijo mayor hablaba muy bien español hasta ir al cole, luego por vergüenza dejó de hacerlo, su hermano siguió el ejemplo y gracias a varias vacaciones en casa de mis padres en España, sin mi marido y yo, lo conseguimos, se volvió a activar su bilingüismo."
Nuestras familias comparten una idea:
El apoyo incondicional de la familia para que nuestros hijos aprendan español es algo que no tiene precio.
Como le comentaba hace poco a mi padre, tú, papá y mi mamá son la conexión más fuerte de mis hijos con la lengua, con nuestras tradiciones y con nuestra historia. Les comuniqué también que no quiero ser la representante principal de la lengua española, quiero que ellos compartan conmigo ese rol.
Ahora compartiendo nuestro trabajo como maestras, le pregunté a Arantza que nos contará una anécdota con sus hijos en la que ha actuado más como maestra que como madre, y aquí viene:
- Cuando preparé a mi hijo mayor para el DELE (Diploma de Español como Lengua Extranjera) se lo tomaba a broma. Me decía que él ya sabía hablar español, pero cuando vio que preparar un examen no es lo mismo, y que había que practicar para conocer perfectamente las pruebas pues ya me empezó a tomar en serio.
Cuando recibió sus excelentes resultados me dio las gracias por la oportunidad, por haberle animado y acompañado.
Ahora me toca repetir experiencia con el peque. Veremos cómo la llevamos porque son completamente diferentes.
Mis hijos saben lo importante que es para mí que tengan los títulos oficiales de español. Siempre he sido muy de hacer cursos y de tener diplomas.
Si mis hijos quieren un día quieren ir a la universidad en España o vivir en España me gustaría que tuviesen las puertas abiertas.
Los adolescentes no son fáciles. Mi madre siempre dice de pequeños cosas de pequeños, de grandes cosas de grandes. Hay que adaptarse a cada etapa. -
Muy seguido los niños que fueron activos en la lengua minoritaria, se convierten en pasivos en la adolescencia, por ello me animé a conversar con Arantza partiendo de estas preguntas... ¿Crees que tus hijos en algún momento podrían olvidar uno de los idiomas que ya dominan? ¿O ya han olvidado alguno? ¿Fueron en alguna etapa bilingües pasivos?
"La verdad es que nunca me lo he planteado con mis hijos."
"Yo por ejemplo hablaba euskera (vasco) hasta venir a Francia. Tenía excelentes resultados. Me encantaba este idioma. Tuve la suerte de aprenderlo después de la muerte de Franco. Y ya no lo uso.
Yo también hablaba italiano porque cursé Erasmus en Italia. Ahora no lo hablo, pero lo tengo en un cajón guardado. De vez en cuando cojo mis libros de italiano. Es una lengua que me apasiona."
Arantza es bastante fresca en su proceso de crianza bilingüe, y no le preocupa que sean bilingües pasivos en algún momento de su vida, porque está segura de que las raíces las ha fundado profundamente, y confía en que si se ponen a practicarlo de nuevo, volverán a conectar con los idiomas que ya han aprendido.
"Creo que es como aprender a andar en bici o a nadar. Eso nunca se olvida."
La adolescencia es una etapa complicada. Todos la hemos vivido, aunque se nos haya olvidado.
Arantza no se va hoy si dejarnos sus consejos para afrontar esta etapa en la crianza bilingüe por la que pronto todos estaremos pasando:
Hay que acompañar, escuchar, confiar y compartir.
Pasar momentos de calidad juntos, la vida va muy rápida.
No somos sus amigos, pero tampoco sus enemigos.
Motivarlos a estudiar inglés como lengua extranjera.
Permitirles un intercambio en el extranjero. Creo que la inmersión en la cultura es lo mejor así que animarlos poco a poco a hacer un intercambio con otro chico o chica de su edad, es una buena opción.
"Me gustaría decir que cada uno debe hacer las cosas como las sienta. No hay una fórmula mágica porque lo que funciona en una familia no funciona en otra.
Para mí la emoción que ponemos como padres es muy importante. Mis hijos saben lo que quiero mi país, lo que echo de menos a mi familia, lo que disfruto cuando vamos a España. No hace falta que se lo diga. Se ve por la energía que pongo en todo lo que hago en la lengua española."
Esta gran mujer, madre y maestra nunca ha sentido incomprensión por parte de la sociedad, sino admiración por lo que hace como mamá y profe.
Si quieren contagiarse de su energía pueden encontrar a Arantza en destinoele .
Con cariño y mucho ánimo a las familias que están entrando a la adolescencia con sus hijos bi/multilingües.